Reconocimiento
a Fernanda la Escritora, Fernanda la Amiga,Fernanda La mujer,Fernanda la Escort
y está dirigido a la gente interesada en su persona,
En este espacio aparecerán sus Escritos y sus Imagenes sin llevar un orden cronologico.


sábado, 30 de mayo de 2009

LOS GIRASOLES

INTENTO FALLIDO

Recuerdo los girasoles con TRISTEZA. Toda la ciudad estaba tapizada de ellos. No sé si los recuerdo porque los vi o simplemente porque mi mamá siempre hablaba de ellos como algo que caracterizaba los buenos tiempos, esos que con LENTITUD se fueron llenando de novedades, tecnología, asfalto y humo. Los grandes baldíos de esos años se fueron ahogando RESTRICTIVAMENTE en mares de bardas y títulos inmobiliarios.En aquellos tiempos, pensaba que mi barrio era el ombligo del mundo y nada más podía existir fuera de sus calles, jardines y girasoles. Recuerdo cuando vi aquella mujer enorme, elegante, extraña y de hermosura angelical pasar corriendo delante de mi casa como atleta de COMPETENCIA. Lloraba y en su gesto se dibujaba una desesperación que no había visto antes. Su llanto era mudo, aterrador. Se percibían sus lágrimas IMPLOSIONANDO calladas dentro de sus magníficos senos y rodando por sus temblorosos ojos verdes.Buscó refugio en el quicio de mi puerta y de cuando en cuando asomaba la cabeza como viendo si alguien venía. No pude más, abrí la puerta y de un jalón la metí en mi casa. Se me quedó mirando ADORMILADAMENTE, como si saliera de una profunda pesadilla. Le hice una seña de que se callara y ella me agradeció con la mirada. Unos minutos después pasaron frente a mi ventana unos hombres armados con palos y portando gestos de odio inimaginable.Cuando se fueron, ella lloró abiertamente y con voz áspera me dio las gracias. Salió entonces a REOCUPAR su espacio imposible más allá de ese hasta entonces GEOCENTRICO vecindario.Hoy decidí en esta ruta BIFURCANTE, tomar el camino que me trajo a resguardarme en esta puerta. Rezo y espero que una mano salga y que me esconda por un rato. Quiero llorar de alivio, no de miedo. Pasaron los años y ahora es a mí a la que persiguen, a quien quieren masacrar a palos de intolerancia. No sé porqué me acuerdo ahora de los girasoles si hoy yo también necesito ayuda, yo también soy TRANSEXUAL.

Publicado por Fernanda el 06-feb-2008 EN PLAN B

martes, 26 de mayo de 2009

FERNANDASIEMPRE (En el Blog hormigas)

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Hola Porfirio. Dándome una vuelta por la güeb, me encontré con este blog y con esta nota. Muchísimas gracias por tus palabras. Este tipo de opiniones alientan a una a seguir, aunque sea de irreverente y de loca, pero a seguir.
Te mando un beso y, otra vez, gracias.
Fernanda

Fernanda comento esto el 3 de Febrero de 2008 en El blog HORMIGAS
Enlace

Fernanda Luna escribe una de las bitácoras más visitadas del habla española, no sólo por el interés que suscitan sus anécdotas, historias y reflexiones sobre la prostitución y la sexualidad en general, sino porque tiene un estilo de sinceridad y espontaneidad que la distingue.
A la par de su continua creatividad para interesar a sus lectores con temas de la vida cotidiana, Fernandasiempre —tal es su pseudónimo— es fiel practicante de la Web 2.0: .............Leer más

domingo, 24 de mayo de 2009

B A S U R A

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Tengo una basura en el ojo
que no puedo sacarme
y que me hace llorar
Tengo una esperanza perdida
ya será en otra vida
que la vuelva encontrar
Eres una luz que se apaga
una historia que empieza
y que le urge acabar
Era un corazón imposible
que al hacerlo posible
tuvo que terminar
Hoy eres una nostalgia
el recuerdo de un día
que no debió de pasar
Hoy eres un dolorcito
que se clava en mis pechos
sin dejarme olvidar
Eres la basura en los ojos
que me vuelve grotesca
al no parar de llorar

Escrito por Fernanda la noche de un 2 de julio (de un 2006),

Publicado por Fernanda en Plan B mayo 2009

domingo, 3 de mayo de 2009

Memorias de una Geisha. Ideas sueltas y final anticipado I

Queridos foristas. Creo que las memorias que les he ido dejando en episodios ya están comenzando a volverse repetitivas, así que antes de aburrirlos y aburrirme, las daré por terminadas, para repensar cómo escribirlas.Escribir lo que se lleva en los recuerdos ha sido y es muy estimulante. A nivel personal y a nivel sexual los años que estuve en el servicio de acompañamiento, además de la posibilidad de vivir bien, me dejaron muy gratos momentos. En este asunto de las citas hay una constante: tanto nosotras como los clientes tenemos mucha cercanía con un estado de soledad que, si no siempre es “no contar con alguien cerca”, sí lo es en cuanto a nuestro estado emocional. Hay algo en nosotras y en ustedes que nos hace falta y queremos, sin excusas, llenar.En nuestro caso podrán pensar que lo que queremos llenar es una cuenta en el banco, pero no: creo que quienes trabajamos en este negocio no lo hacemos sólo por el encanto del pago (que sin duda nos da la coartada para entregarnos). Supongo que la verdad es que la mayoría de nosotras podríamos mantener un buen nivel de vida dedicándonos a oficios con menos... “tabú”. Lo que también es cierto, es que toda mujer ha crecido con la fantasía de conocer gente, tener bonita ropa, verse bien y darse otros lujos, pero (yo lo viví y estoy segura de que también muchas que se las dan de damas defensoras de la decencia), igual hemos soñado en algún momento de la vida con la idea ¿perversa? de conseguirlas con el cuerpo. Pero... ¿Es perverso dar a la gente un poco de placer? Estar con ustedes nos va haciendo expertas en acompañarlos. Nuestro trabajo no es como el de las chicas de la calle que, pobres de ellas, venden sólo sexo. Cuando yo estaba contigo, ESTABA CONTIGO, así, con mayúsculas. Conocía mi cuerpo y lo usaba para explorar tus emociones. Trataba de abandonarme a las sensaciones y dejaba que los cuerpos se fueran por su cuenta. Recibiéndose, gozándose. Mi meta era que al despedirnos tú te fueras con una extraña sensación, entre la nostalgia y el deseo. Que te llevaras la idea de que tú fuiste quien me hizo gozar a mi, que eres hermoso, viril y que me encantaría volver a verte.Y saben una cosa... En muchos de los casos sí. Me quedaba con ganas de verlos de nuevo.
Besos
Fernanda
Escrito por Fernanda el 22 de Mayo de 2006 en el foro Elite de ZD

Memorias de una Geisha V. En la isla de Lesbos o cuando tres no son multitud

Creo que el talento para algo es una cosa con la que simplemente o se nace o nunca se tendrá. Podrás educarlo, hacerte experta, pero solamente cuando se tiene un don puede explotarse. Yo nací con vocación para el libertinaje. Cuando tuve la opción, mi situación financiera no era fácil, así que la tomé. Hasta la fecha, en las artes del amor, no ha habido una propuesta que me parezca demasiado perversa para no llevarla a cabo. Mientras nadie salga lastimado todo es un juego, por eso, la primera vez que hice un trío todo me pareció tan estimulante.Daniela es una chica morenita, de largos cabellos lacios, grandes ojos negros, de rostro muy mexicano, cuerpo esplendido, pechos generosos y un trasero de primer premio. Nos presentó Pati y simpatizamos. Una tarde me llamó para contarme que un cliente suyo quería un trío. Me preguntó si estaría dispuesta a acompañarla a ese servicio. La sola idea me atrajo mucho. Hasta esa fecha no había estado en la cama con otra chica.No les voy a hacer el cuento largo. Esa tarde nos encontramos en la recepción del Revolución. Entramos juntas. Ella, que conocía al tipo, lo besó con confianza. Un beso rápido, un saludo. Me presentó. Le di un gran beso y acercándome a su cuerpo sentí como crecía un bulto en su pantalón. Tome a Daniela de la mano y la acerqué a nosotros. Besé entonces su mejilla. Daniela se sorprendió, dio un paso breve hacia atrás y, sonriendo, rectificó y volvió a mi regalándome un beso tierno en los labios. Volteamos a verlo a él que, ansioso, nos tomaba a las dos por las cinturas. Casi instintivamente las tres bocas se juntaron confundiéndose en un solo beso. Comenzó a desnudarme. Se colocó detrás de mi y pegando su bulto a mis nalgas, sus manos levantaron mi blusa y expusieron mis pechos apretados por un sostén delicado. Me lo desabrochó para expulsar de pronto ansiosos mis pezones. Mientras hacía su trabajo en mi cuerpo, Daniela lo desnudaba a él. Desabrochaba sus botones y acariciaba su pecho. Cuando ambos tuvimos el torso desnudo me volteó para regalarme un beso. Daniela se quitó el vestido que llevaba y comenzó a rozarme los pezones con la lengua. Mi mano jugaba traviesa con el miembro tieso de nuestro compañero.Cuando de pronto, Daniela me beso de nuevo, sentí en ella una pasión deliciosa. Fuimos juntas a la cama terminando de desnudarnos. El se quedó de pié viendo nuestras pieles contrastantes, el blanco mío y el negro suyo que se estremecían al encontrarse, al tenerse. Nos siguió al lecho. Daniela le puso un condón y se llevó el pene a la boca. Mientras mamaba yo acariciaba su cuerpo, lo besaba. Atendía a cada impulso que el instinto me dictaba para hacerla olvidarse de aquel intruso, para recordarle mi presencia. Eso a nuestro mecenas, lejos de encelarle, le complacía como si lo que a ella le hacía, él lo estuviera sintiendo. Entonces Daniela, sin dejar de saborear lo que tenía en la boca, me dirigió para colocar mi vulva de modo que sus dedos pudieran hacer su juego. Cuando me tuvo en posición perfecta, sacó ese pene de su boca y jalando con una mano y empujando por la espalda con la otra, dirigió ese pito hacia mi apremiada vagina. Mientras él me penetraba, como antes hiciera yo, Daniela me besaba y recorría con sus manos todos los resquicios de mi cuerpo. Él no perdía el tiempo y mientras se movía dentro de mí, acariciaba con sus manos a mi amiga. De repente sacó de mí su pene y arrancándose el condón, me lo puso en la cara. Cuando me lo metí en la boca el se dejó caer sobre su espalda y jalando a Daniela la instruyó para que le pusiera la cola en la cara. Comenzó a lamer con espasmos la vagina ardiente de Daniela, mientras mis labios devoraban su hombría tremenda. Cuando se vino profusamente la leche tibia ahogo mi garganta y un placer enorme inundo mi cuerpo. Nos acostamos abrazados los tres. Lo hicimos de nuevo. Pasamos una tarde tan divertida que terminada la encerrona, aceptamos salir con él a cenar. Desde aquella tarde Daniela y yo hicimos equipo para este tipo de solicitudes, lo hicimos varias veces y siempre con mucho gusto para cliente y vendedoras, incluso, he de confesarles, algunas veces al calor de las copas y de la lujuria, llegamos a hacerlo solas y sin contrato de por medio. Hoy, pocas escorts de aquellos tiempos siguen en el campo de batalla, Daniela y yo nos retiramos, pero aun tenemos contacto y seguimos siendo grandes amigas.