Reconocimiento
a Fernanda la Escritora, Fernanda la Amiga,Fernanda La mujer,Fernanda la Escort
y está dirigido a la gente interesada en su persona,
En este espacio aparecerán sus Escritos y sus Imagenes sin llevar un orden cronologico.


martes, 23 de diciembre de 2008

Querido Santa:

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Soy Fernanda. Sí, la misma que ne­ciamente y por estas fechas te escribe to­dos los años. Seguramente lo sabrás, pe­ro te lo confirmo, este año me porté de la chingada, un poco peor que el año pasa­do, pero seguramente menos mal que el que viene. Ya me conoces, me gusta su­perarme. Sobre todo desde que leí aquel libro mameluco de progreso y auto-ayuda que me enseñó que puedo dejar de ser una desmadrosa cualquiera para conver­tirme en una desmadrosa "etzelente".
Habrás notado que cada ocasión mis expectativas van bajando, pero es que cuando una solicitud deja de ser atendi­da, pues la peticionaria va dejando de pe­dir. No es que haya dejado de disfrutar las navidades ni que esté en proceso de con­vertirme en una especie de Grinch, sim­plemente ya no espero despertar el 25 de diciembre sorprendida por algún regalito de tu parte escondido en un zapato o ba­jo el arbolito navideño.
Que no te sulfure el que ya no sea tu fan, ni espere que se corte una flor de tu jardín, tampoco significa que te escri­bo para mentarte tu madre, pues entien­do tus reglas. Si a mi no me traes lo que te pido, sé que no es por Kool-aid, sino porque realmente me porto de la frega­da Pero he de decirte la neta, mi queri­do Santa, por un puto regalito al año, no voy a sacrificarme fingiendo ser una cha­va que no soy. Ya a estas alturas debes de saber que a mí, lo mustia, simplemente no se me da
Quiero suponer que me recordarás cuando era una mozuela güerucha con trencitas coquetísimas y rodillas percudi­das ¿Te acuerdas que te pedía insistente­mente que me trajeras carritos, soldados y balones de fútbol? Qué le voy a hacer, me gustaba jugar con niños (como ahora, pero menos peluditos) y a juegos de ni­ños. ¡Ah pero no! Tú de huevotes me lle­nabas el arbolito de muñecas mariconas y juguetitos cursis que, desde luego, irían a parar casi de inmediato a la repisa de "me-vale-madre".
Ten por seguro que la cabrona de mi hermana fue muy feliz con la estufita y el nenuco mamuco que me regalaste ha­ce años, pero he de reiterarte que yo me quedaba púrpura de pura rabia No sabes las ganas de volver a escribirte para re­clamarte el equívoco y regresarte, hechos rollito cuidadosamente, todos tus regalitos para que pudieras darles mejor uso.
Cuando al fin me cansé y empecé a darme cuenta de que nunca me traerías lo que yo te solicitara en mi dulce y far­sante correspondencia, te pedí que me trajeras puro camote. Ah, pero entonces sí el señor barbas se puso complaciente y,
ojete como siempre has sido, ese año me jugaste la maravillosa broma de cumplir­me el deseo, pues fue cuando comencé en este negocio. Jo jo jo.
Con esa experiencia, y curada de es­panto, no quise durante algunos años, posteriores a aquella desafortunada co­incidencia, tentar a mi suerte. Pa' no re­garle, comencé a pedir deseos reales. No porque de neta esperara que me los cum­plieras, sino nomás para ver si era chicle y pegaba
Pero contigo no doy una ¿Verdad? Sí sólo te gusta partirme la mandarina en gajos. Puro de Toluca me trajiste durante todos esos años.
Así que no te preocupes. Ya entendí. Esta vez no voy a pedirte el departamen­to de lujo, ni mi jaguar negro, ni mi gar­gantilla de Tiffany. No voy tampoco a re­cordarte que me debes una jugosa cuenta en dólares. Es más, ni siquiera voy a pe­dir que me traigas un príncipe azul, pues aunque buena falta me hace, lio quie­ro que me vuelvas salir con uno como los gañanes que acostumbras que si bien me va, al besarlos se convierten en sapos pantaneros.
No, no, no. Mejor este año no voy a pedir que me traigas nada ni buscaré dis­cretamente alrededor de arbolito alguno. Simplemente te voy a sugerir que si pue­des hacer algo al respecto, muevas tus in­fluencias donde eso se tenga que hacer para que cuando menos una vez por se­mana me salga un cliente como ese grandotote musculoso del otro día, que me coja delicioso y además me pague... No te hagas el que no sabes cuál, tú lo ves to­do, hablo de ese del cortecito punketo en dónde no da el sol. No sabes qué rico Santa Neta que si esta me la cumples, me doy por bien servida para esta Na­vidad y para todas las que vengan.
Cariñosamente
Fernanda Siempre...
Publicado por Fernanda para su columna del periodico metro de la ciudad de mexico el 20 de diciembre de 2007

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